EL ARTE PREHISTÓRICO

Desde el paleolítico, los hombres se han interesado por transmitir sus ideas. La forma de expresar ideas en objetos materiales se denomina arte. Por lo tanto, las obras de arte ayudan a interpretar el pensamiento, las formas de vida y, la cultura de una civilización.

Las expresiones artísticas más antiguas, sin duda no se han conservado, como la danza, la música, los maquillajes materiales, el arte plumario, etc. Pero debieron ser muy importantes en las sociedades paleolíticas.

Entre el 30.000 y el 10.000 a.C. se desarrolla el paleolítico superior, etapa de la prehistoria en la que destaca una cultura de fuertes relaciones religiosas con la naturaleza y el culto a la muerte. En esta etapa distinguimos dos tipologías artísticas, que son el arte mobiliar y el arte rupestre, de las cuales destaca el Bisonte Herido:

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Cueva de Altamira (Cantabria). Pintura paleolítica de la escuela franco-cantábrica del 12.000 a.C.

Representa a un bisonte tumbado representado con gran realismo, destacando el naturalismo de la silueta, remarcada en negro con distintos tonos de rojo y gris que ayudan a dar volumen. Es por lo tanto, una técnica polícroma en las que los pigmentos minerales se aglutinan con grasa y se aplicaban a la roca con las manos o con muñequillas. Los artistas aprovechaban el volumen de la roca para dar realismo. Las pinturas formaban parte de un ritual mágico con el que se creía que al pintar el animal se podía propiciar su caza. Estas pinturas están realizadas en la zona más profunda y oscura de la cueva, es decir, un verdadero santuario cuyo techo está todo pintado con figuras de animales independientes entre sí. Su conservación ha sido posible gracias al aislamiento de la cueva durante casi 15.000 años. Nos habla de una sociedad muy preocupada por su subsistencia y sobre todo, basada en la recolección y caza de animales.

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